Las subjetividades formadas en esta era digital distan enormemente de las otras generaciones. Estos sujetos actuales aprenden a emocionarse con la pantalla, el Otro que los reconoce es algo virtual que no tiene sostén ni se detiene en el presente.
La distancia entre jóvenes y adultos se relaciona con los contextos culturales en los que se desarrollaron estas generaciones. La generación de estos jóvenes de la tecnología digital, de la pantalla y de la imagen configura al sujeto para ver y entender el mundo desde otro lugar.
La escuela se encuentra afincada en la cultura del libro, del texto y la palabra escrita y los jóvenes en la cultura de la imagen visual, la fragmentación. La subjetividad de estos jóvenes se construye de una manera totalmente diferente. Son otros los modos de reconocimiento, de autoestima, de relaciones.
Como docentes tenemos estos alumnos desmotivados pero no creo que desplazar el texto y el libro por la computadora genere un capital cultural que potencie la capacidad intelectual e imaginativa de los mismos. Intento pensar que el propósito de los docentes es unir ambas cosas y que posiblemente estemos equivocados. Nuestros alumnos con un escaso capital cultual es poco posible que puedan filtrar información y buscar textos que construyan sus propias ideas pienso en cambio que son posibles víctimas del consumo vacío de sentido y de creencias en falsas ideologías que no hacen más que perjudicarlos. Intuyo que Internet es poco probable que pueda brindarle a un joven una construcción política e ideológica o una comprensión histórica de los sucesos en la Argentina sino tiene al docente como guía para realizar una reconstrucción histórica. Esta brecha sumerge a enormes sectores de los jóvenes a consumir esta cultura digital ya programada sin que medie un proceso individual crítico y reflexivo.
Para lograr filtrar la información en Internet es impensable lograrlo sin un capital cultural que permita discernir y comprender en profundidad cual es el mensaje. Lo mismo pasa con las imágenes, ser parte de una generación visual no es lo mismo que decir que se entienda que intención comunica tal o cual imagen, y esto lo expreso ya que soy Licenciada en Artes y soy consciente de que los jóvenes consumen las imágenes sin mediar un proceso reflexivo y crítico simplemente porque no hay un conocimiento para lograrlo, este conocimiento sobre la sintaxis de las imágenes, los mensajes, las intenciones de esta industria de lo visual no se enseña en las escuelas, los currículos tienen escasas horas de materias como Educación Plástica o Comunicación indispensables en esta época posmoderna por la implicancia que tiene entender, leer y poder realizar una decodificación de una publicidad, de los programas, telenovelas y los juegos. El lenguaje visual para ser comprendido posee un entramado complejo de conocimientos, es otro lenguaje que no se enseña en las escuelas.
Nilce Grimoldi